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Autorretrato en horas tristes. |
Cada tercio del final de año, mi vieja rezonga en forma específica: "No veo la hora de que termine este año de mierda". En verdad funciona como un talismán, como una cábala. Nada de todo lo bueno y nada de todo lo malo que haya pasado es objetivamente comparado con los años anteriores. Es un impulso de rabia en los cuellos de botella, entre la tabla de planchar, las camisas, el saco, las "obligaciones" y el reloj. Probablemente, el
reseteo de esa máquina llamado cerebro reacciona a modo de catarsis. Nunca supe preguntarle por qué ella creía que era un año de mierda. Este año espero estar atento para escucharla rezongar y esta vez sí, poder preguntarle: ¿Por qué vieja? ¿Por qué creemos que fue un año de mierda?